Memorizar, memorizar y memorizar… cuando hablamos de estudiar enseguida a casi todo el mundo le viene a la mente memorizar y subrayar lo importante, incluso hay sitios que te enseñan a estudiar aprendiendo a subrayar lo importante y a hacer esquemas.
Recuerdo ser una pésima estudiante: me pasé varios cursos de primaria casi sin estudiar, no entendía ni de que iba eso de estudiar. ¡Nunca nadie me lo explicó ni me lo enseñó!
¿A ti te enseñaron a estudiar? Creo que la mayoría hacíamos como podíamos para aprender algo…en realidad creo que lo único que se nos ocurría era memorizar. Recuerdo, que además subrayaba algo, y si lo pienso bien era lo que yo creía importante o mejor dicho lo que me ayudaba más a recordar el texto.
Han pasado muchos años y veo a los estudiantes hacer lo mismo: memorizar para hacer el examen, ‘escupir’ la información sobre el papel y al día siguiente no acordarse de nada.
Miró hacia atrás y pienso que el tiempo que pasé en el cole fue tiempo perdido pues quitando conocimientos básicos y principales (saber leer y escribir, hacer operaciones sencillas y poco más), del resto no recuerdo casi nada. ¡Y es que no sabía estudiar!
Hoy sé y comprendo que estudiar realmente tiene que ver con comprender bien el tema y poderlo aplicar, ser capaz de llevarlo a la práctica.
¿Y cómo puedes comprender bien algo?
pues comprendiendo bien cada una de las palabras que lees: ¿podrías comprender bien una frase si no conoces bien todas las palabras que la componen? Pues imagínate si hablamos de textos…
El conocer las palabras de lo que leemos es una de las bases del método de estudios que enseñamos y aplicamos en nuestro centro de estudios.
Un método no sólo para que lo aprendan los estudiantes sino también los padres que ayudan a sus hijos. En realidad debería aprender todo el mundo a estudiar y que a la larga se transmitiese a más personas y dejásemos ya de solo memorizar.