Los profesores representan en España el 61% de las bajas laborales por estrés. Es, de hecho, la profesión con más bajas laborales por depresión. En cuanto al alumnado no hay que olvidar el incremento de suicidios por fracaso escolar, el aumento del consumo de las drogas iniciándose en ellas cada vez más joven, y en definitiva la fuente de problemas que supone mantener a la juventud desmotivada y ociosa en justificación del estudio, engendrando pereza y pobreza de mente. Los medios de comunicación informan ya páginas enteras con hechos de auténtica delincuencia dentro de las escuelas, donde tanto el alumnado como el profesorado protagonizan escenas de odio.

¿Cómo contrarrestar el fracaso escolar en nuestro país? ¿Qué está pasando con la educación? El profesor generalmente es alguien que se entusiasmó cuando eligió carrera, pero poco a poco se fue desilusionando… cuando se vio como un funcionario más, sentado ahí dando clases a un grupo de ‘enloquecidos muchachos’ e intentando educarlos a todos a la vez con la mejor de sus capacidades y también «con la que Dios le dio». Pero… ¿Alguien le enseñó cómo enseñar?, ¿A cómo hacer de una enseñanza algo individual? ¿Qué hay detrás de aquellos estudian test que lo pasan mal estudiando?, ¿Qué se puede hacer cuando están desmotivados ?…. ¿Cómo vivir a pesar de ser un profesor?

El triste hogar de la educación escolar se encuentra sumergido en una espiral claramente descendente donde se da la bienvenida al paro, a las drogas, al populacho y al racismo.  En definitiva la ignorancia creada en las escuelas llena sus cabezas. Pero lo peor de todo es que las autoridades educativas no escuchan ni parecen observar, han absorbido tanta información infuncional que cuando le ofreces una tecnología alternativa que te ha funcionado (ya por más de tres décadas que la conozco), no la pueden ver… es peor aún «creen ver otras cosas que realmente no hay ahí.»

Así crea un Ser Preocupado:

La triste realidad es que el alumnado, por lo general, va pasando de curso llevando consigo enormes dudas. El conocimiento es comunicado por palabras pero éstas son muy mal comprendidas al leer. Existe un enorme desconocimiento de cómo estudiar, clave para el éxito de un estudiante; pero las supuestas técnicas que se brindan generalmente no son técnicas de estudios ya que no explican ni la causa del desinterés del estudiante, ni como podría leer para comprender o entender algo… te dicen que subrayes, que hagas un esquema, que te pongas de lado dejando pasar la luz por la ventana, etc., pero en definitiva ¿Cómo voy a hacer un esquema si no entiendo lo que leo?

El aburrimiento va invadiendo sus vidas, mientras que la educación se vuelve cada día mas compleja y menos demostrativa, que es de lo que se trata. Distanciados cada vez más del ritmo del curso y con un sistema de enseñanza que resulta ya autoritario, el estudiante comienza a preocuparse de verdad. Se minusvalora, cree que no es capaz o que es poco inteligente… y es aquí donde cae presa de cualquier mala y engañosa «desorientación».

Comúnmente un estudiante al no entender lo que está estudiando se queda en blanco, para más tarde optar por desconectarse del estudio. Se vuelve más irresponsable y se pone en contra de aquello que no entiende menospreciándolo o creando conflicto. Sabe que no está estudiando y sus padres están pagando algo que ya él no desea pero no puede comunicarlo «porque se llevarían una desilusión».

«El ser libre y creativo muere en las aulas». Ricardo Marín, Catedrático de Educación

Está en clase «en cuerpo viviente», pero cada vez está más inseguro y se convierte en un espectador. Un día después de tener ya serios problemas tanto con los profesores como con sus padres, decide por fin aprender, entonces aprende a memorizar como si de la técnica adecuada se tratara…. y aprueba. Cuando llega la hora de la verdad y se coloca en un trabajo, no sabe qué ha estudiado, ni como usarlo. Acaba trabajando en otra cosa diferente a la que ha estudiado ya que éste le crea muchísima inseguridad.

Cúal es la raiz del problema

Son el FUTURO, son las personas más vitales, sanas y cualificadas de esta sociedad; ¿no es contradictorio que se nos pongan en contra o que despleguemos sobre ellos toda nuestra artillería? Las medidas que se están comenzando a tomar en algunos colegios sobre introducir a la policía o medicar a nuestros hijos por unos insensatos psiquiatras que no entienden de la naturaleza de las personas y menos de lo que le pasa a un estudiante, no son medidas que arranquen de raíz el problema, sino que lo complican aún más y con peores consecuencias. Éstas son decisiones tomadas como si se tratara de «un nacionalismo o comunismo para controlar, no para ayudar» y tan mal entendido como vacío de razón y de sentido espiritual, que lo único que denota es una pobre habilidad por parte de los que mandan a la hora de comunicar, también a su ética profesional y capacidad por observar lo que realmente está pasando y entenderlo.

Siendo fieles a las estadísticas y consecuentes con el empeoramiento en las escuelas a través del tiempo, su declive coincide con la confianza que se le dio a la psicología en la década de los 60 para que supuestamente orientara al alumnado. Nada de esto se ha cumplido, y sí nos encontramos con que muchos estudiantes continúan siendo indebidamente etiquetados de hiperactivos, disléxicos, déficit de atención, y un largo etc. y que se etiqueta porque en realidad no entienden la causa. Lo peor de todo es que tanto el estudiante como los padres llegan a creérselo y es ahí en ese instante, cuando comienzan ellos mismos a dar vida a una enfermedad que no tenían.

La palabra ‘profesor’ significa ‘educar’ y esta MOSTRAR, o sea DEMOSTRAR. En eso debería de resumirse el papel del profesor en clase. ¡Si uno supiera cómo estudiar!… pero ¿lo sabe el profesorado?, ¿y el propio ministerio? Protestamos por la conducta irracional de los estudiantes hoy en día pero ni discutimos de cómo lo hemos creado. El ‘profesor fantástico’ es aquel ‘personaje’ que ha tenido la pericia, coraje y arte de aprender el asunto del ‘arte de enseñar’ por sí mismo, es un autodidacta. Un buen ejemplo lo tenemos en la película que tanto impacto causó «El Club de los Poetas Muertos», donde el protagonista logra en un sólo año que los estudiantes entiendan la difícil tarea hoy en día que supone dar literatura sin que te aburras soberanamente. Consiguió que los estudiantes crearan hasta un club de poetas donde se reunían, alternaban, recitaban y se culturizaban.

Artículo escrito Por Rogelio López Garrido Director de la Escuela de Estudios ACE. Educador especializado en Aprender Cómo Estudiar

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